En Icod de los Vinos está el más atractivo ejemplar y en su tronco existe una enorme cavidad que asciende por espacio de seis metros de altitud y a la misma se accede por una puerta.

Con el objetivo de protegerlo puede decirse que en 1985 tuvieron lugar serios trabajos de saneamiento del preciado draco al que se le llegó a instalar en el interior del tronco un ventilador para facilitar la circulación del aire y evitar la proliferación de hongos.

Incluso se conoce que durante los primeros años de la década de los 90 del pasado siglo XX se adoptó la decisión de desviar una carretera aledaña al lugar donde se levanta esta maravilla de la naturaleza y esta medida del Ayuntamiento ha favorecido el veredicto de expertos acerca de su buen estado de conservación.