Perdurabilidad.
Aunque ha resistido el paso inexorable del tiempo su presencia como especie ha trascendido hasta nuestros días, aunque hasta hace poco se consideraba al dracaena draco, endémico de Madeira, Canarias y Cabo Verde, pero resulta alentador el hallazgo de poblaciones salvajes en Marruecos, aunque con ligeras diferencias respecto a la forma típica, como puede ser apreciado en el hermoso árbol que se levanta retador en el paseo marítimo del Puerto de la Cruz.
Existen varios dragos impresionantes. Se conoce que el explorador y naturalista Humboldt, se interesó a finales del XVIII por el drago de los jardines de Franchy (La Orotava), un vigoroso ejemplar de 25 metros de altura y 23 metros de perímetro, aunque sobre estas medidas hay discusiones y no se ha llegado a un acuerdo definitivo, cuestión que resulta harto difícil.
En la actualidad el más famoso drago se localiza en Icod de los Vinos (Tenerife) y mide 17 metros de alto y 20 metros de perímetro en la base, con un peso estimado en las 150 toneladas, sin contar las raíces.
Expertos han opinado que este drago podría tener una existencia de más de 5 000 años, algo exagerado porque otros indican que su longevidad oscila entre los ocho y diez siglos.